Cuando
pensamos en la invención de la cerámica
inmediatamente nuestra mente nos traslada al Neolítico, cuando los
grupos de cazadores-recolectores del Paleolítico Superior y del
Mesolítico transforman sus sistemas productivos y comienzan a ser
productores de su propio alimento.
Este importantísimo cambio llevó aparejado otras muchas
innovaciones, entre ellas y de forma muy significativa la extensión
del uso de la cerámica como recipientes. Esta cerámica será
utilizada en muchos casos para almacenar los excedentes producidos.
Sin embargo, esto no significa que la tecnología necesaria para la
fabricación de cerámica y la propia fabricación fuesen
desarrollados durante el Neolítico.
De hecho, su origen está en el arte figurativo del Paleolítico
superior, concretamente en uno
de sus tecnocomplejos iniciales: el Gravetiense,
momento en el cual aparecen las primeras figuras fabricadas en barro
cocido. Durante muchas décadas la arqueología mantuvo como uno de
sus dogmas el origen neolítico de la cerámica. Sin pretender ser
estrictos con el registro arqueológico podemos hablar de una
cerámica simbólica durante el Paleolítico Superior y una cerámica
utilitaria para el Neolítico, aunque veremos ejemplos en los que no
es así, pero podemos dar por válida la función simbólica de la
cerámica al menos en su origen.
Los
últimos descubrimientos: el conjunto de arte figurativo cerámico de
Vela Spila (Croacia)
En
2012 se publicó el estudio del primer conjunto de arte
paleolítico figurativo epigravetiense que emplea como
soporte la cerámica durante el Paleolítico superior final
descubierto en el sureste de Europa, localizado en el yacimiento
de Vela Spila (Croacia), en la isla de Korcula dentro del
archipiélago central dálmata. El registro arqueológico del
yacimiento muestra una ocupación continua desde las etapas finales
del Paleolítico superior hasta la Edad de Bronce.
Sin
duda, es un conjunto singular por el soporte en el cual se expresa el
arte paleolítico. Está compuesto por los restos de 36 figuras que
presentan diversos estados de conservación, en general bastante
precario. Los niveles arqueológicos donde fueron documentadas no
presentaban contaminaciones de materiales de estratos superiores
procedentes del Neolítico, tampoco se hallaron pruebas de la
presencia de agujeros de poste y ni de pozos excavados por lo que su
encuadre cronológico epigravetiense no deja lugar a dudas.
El
tamaño de los restos recuperados oscila entre 0,9-3 cm. Tenemos que
señalar la importante fragmentación del conjunto, la figurilla más
completa que se ha conservado correspondiente a la pata y el lomo de
un animal interpretado como un caballo o un ciervo. No se conservan
indicios de marcas que representasen las diferentes partes del cuerpo
como la piel, aunque la pata trasera presenta una perforación
circular. Durante la campaña de excavación de 2006 pudo
documentarse el útil con que probablemente se realizaron tanto este
agujero como otras incisiones, un fragmento de una punta de hueso con
un diámetro de 1,1 mm.
Cabe
reseñar una segunda pieza que conserva un tamaño mayor que la media
del conjunto aunque su estado de conservación no permite la
identificación de la figura representada. Es significativa porque
presenta decoración con un grupo de incisiones cuyo estudio
microscópico observó que las incisiones tenían forma de V. La
explicación aportada por los arqueólogos responsables del
yacimiento propone que pudieron ser realizadas con buril y de ahí su
forma. Este fragmento es bastante posible que se corresponda con los
cuartos traseros de la figura anteriormente citada ya que su forma
cónica parece sugerir una pata.
Algunas
de las piezas tienen presencia de decoración superficial con
numerosas incisiones (que forman mallas de puntos) e impresiones.
Asimismo, un análisis macroscópico permite reconocer las marcas de
modelado y recoger datos técnicos acerca del proceso de elaboración.
Se observa una significativa variación de colores en el barro lo que
nos indica una cocción poco uniforme pero que tuvo que alcanzar
temperaturas bastante importantes para el Paleolítico, entre los 600
y 800 °C. El análisis microscópico confirmó que la técnica
empleada fue el modelado de las distintas partes del cuerpo animal
por separado, para posteriormente ser unidas durante la cocción.
El
contexto arqueológico de estos objetos cerámicos presenta otros
objetos de tipo simbólico frecuentes en los yacimientos paleolíticos
como conchas perforadas, caninos de ciervo con perforación para ser
usados como colgantes (uno de ellos con decoración geométrica),
otro colgante elaborado en un hueso indeterminado y dos útiles de
hueso que también presentan decoración geométrica.
El
conjunto cerámico está dotado en 17.500-15.000 Cal B.P. Los
análisis comparativos permiten manejar la hipótesis de un origen
local de esta tradición cerámica que perduró durante más de 2500
años, parece ser la primera que se desarrolla después del máximo
glaciar. De esta manera, se constituye como la prueba de un nuevo
lugar y contexto de desarrollo independiente de la tecnología
cerámica con una función simbólica. A pesar de algunas
similitudes técnicas no parece estar relacionado con el grupo
cerámico más importante del Paleolítico, los yacimientos de
Moravia (República checa), por sus diferencias geográficas,
cronológicas y culturales.
La
cerámica en el contexto arqueológico del Paleolítico superior
Están
documentados otros yacimientos paleolíticos con restos de cerámicas
en gran parte simbólica pero también utilitarias. En Europa cabe
destacar los yacimientos del grupo de Moravia
(República checa), Los yacimientos más representativos de este
grupo son Predmostí, Pertkovia, Dolni Vestonice y Pavlov (donde se
encontraron mas de 16.000 objetos cerámicos). Tienen una datación
de entre 32.000 y 27.000 B.P.
Se encuadran todos dentro de la misma tradición cultural, el
tecnocomplejo Gravetiense,
así como el yacimiento austriaco de Krens-Whactberg
con una datación de 32.437 Cal B.P., que presenta una estrecha
relación con el yacimiento de Pavlov.
En
Rusia también tenemos objetos paleolíticos elaborados en cerámica
como la Venus de Maina
en el yacimiento al aire libre de Maininskaya
(margen izquierdo del rio Yenesei, Siberia), datada por carbono 14 en
16.440±
170 B.P. Este yacimiento no puede relacionarse con la tradición
cultural de los yacimientos centroeuropeos antes citados tanto por la
distancia temporal y espacial, como por las diferencias técnicas
observadas. La figura es de arcilla roja y mide 9,6 cm de altura.
Otros sitios rusos con restos cerámicos son Zaraisk
y Kostennki,
este último con más de 400 fragmentos de posibles figuras. Ambos
yacimientos se datan entre 24.000-18.000 B.P.
Venus de Maina |
En
África encontramos cerámica paleolítica en el yacimiento de Tamar
Har (Argelia), en donde se documentó un fragmento que
representaba un cuerno de animal. El yacimiento pertenece a la
cultura iberomauritana. El fragmento está dotado entre 26.000-22.000
Cal B.P.
En
el continente asiático, en China, se encuentran las cerámicas
utilitarias más antiguas conocidas hasta el momento. En 2009 se
publicó en la revista PNAS vasijas procedentes los yacimientos
chinos de Miaoyan y Yuchanyuan datadas entre 17.200-16.300 Cal
BP. Para momentos finales del Paleolítico superior se conocen
algunos yacimientos rusos con escasos restos de cerámica utilitaria,
pero lo más reseñable es la cerámica del periodo Jomon
(Japón) datadas entre el 11.500-10.000 B.P.
Ceramica china |
Hace 11.000 años en Japón???? Me mató, voy a buscar este período Jomon en Japon, increíble!
ResponderEliminarY, como siempre, ¡gracias Iván!!
Un abrazo
De nada Marta.
ResponderEliminarLa cerámica Jomon del Paleolítico es conocida hace tiempo y está en el límite final del Paleolítico. Es bastante bonita pero por las dataciones me parece más espectacular el caso chino.
Saludos
Muchísimas gracias, me ha encantado.
ResponderEliminarDe igual manera, me gusta tanto la cerámica, que agradecería cualquier información sobre cualquier periodo.