sábado, 16 de febrero de 2013

El arte rupestre más antiguo de Europa Central tiene 36.000 años


Normalmente cuando pensamos o no referimos al arte del Paleolítico superior se nos viene a la mente los grandes paneles rupestres de Europa occidental, concretamente las grandes cuevas de Francia y de la Cornisa Cantábrica. Sin embargo, las representaciones en cuevas o abrigos son también una realidad extendida al resto de Europa que cada vez se va conociendo mejor. No obstante, no deja de ser también una realidad que el nivel de espectacularidad de las representaciones localizadas en Europa occidental no tienen comparación con las que poco a poco se van documentando en el registro arqueológico del resto de Europa.



En 2010 un equipo de espeleología dio con el hallazgo de las pinturas rupestres más antiguas de Europa central, se localizaron en la cueva rumana de Coliboaia (Campani, Bihor), a una altura de 547 metros. En un principio no fue posible datar las representaciones con ningún método de datacion directo como el carbono 14, por lo que se recurrió a la datación comparada, crono-cultural, utilizando el método estilístico y barajando fechas entre los 25.000 y los 35.000 B.P., por lo que se concluyó que habían sido realizadas durante los tecnocomplejos Auriñaciense y Gravetiense. Un año después se obtuvieron ya dataciones directas por C 14 a partir de los restos de carbono obtenidos de la representación de un felino y de restos de carbón vegetal asociados a las representaciones. Las dos fechas obtenidas encajan en el cuadro cronológico propuesto a partir de las comparaciones estilísticas, aunque son ligeramente más antiguas. La muestra de la figura animal se dató en 31.450-32.820 años Cal BP, mientras que el carbón 35.120-36.780 años cal BP. Es posible que la primera muestra se vea rejuvenecida por contaminación de carbono actual, la otra hipótesis explicativa para la discordancia entre ambas fechas sería que la representación no tuviese relación temporal con la muestra de carbón recogida en sus proximidades.

Los seres humanos del Paleolítico superior en la cueva de Rumania implementaron dos técnicas para decorar las paredes: el grabado y la pintura. La temática recogida incluye el animalario habitual del Pleistoceno final, semejante a las representaciones de Europa occidental: un bisonte, un caballo,dos rinocerontes, dos cabezas de oso y lo que con toda probabilidad sea la representación de un felino. El pigmennto utilizado es negro, posiblemente obtenido al mezclar carbón y agua. Las representaciones presentan un mal estado de conservación en su mayor parte. En lo referente a los grabados cabe señalar que aparecieron en una sala de la cueva donde se localizaron los restos óseos de osos esparcidos por la superficie. Destaca la representación del cuerpo femenino y algunos signos geométricos.



En el contexto del arte parietal en Europa central y oriental

La mayor parte de los yacimientos con representaciones parietales del Paleolítico superior concentran en Europa occidental, fundamentalmente en la Península Ibérica y Francia, en menor medida en Italia. A diferencia de lo que ocurre con el arte mobiliar en Europa central y oriental, el arte parietal resulta realmente escaso con algunos ejemplos en Rusia y Rumania, así como otros lugares. Esta sorprendente ausencia abre la posibilidad a varias hipótesis explicativas, que se deba a una falta de prospección y de investigación por los recursos limitados, a un problema de conservación diferencial con respecto a Europa occidental o bien a la simple inexistencia de representaciones durante el Paleolítico.

En los montes Urales (Rusia) encontramos dos yacimientos con restos de arte parietal, el primero es la cueva de Ignatiev y un segundo en la cueva de Kapova. Sin duda, las muestras más importantes corresponden a esta última con un conjunto formado por siete mamuts, dos caballos, un rinoceronte y otra figura interpretada como un bisonte. El conjunto se completa hasta el medio centenar de figuras con las representaciones de signos geométricos, tanto cuadrados como triangulares. Se emplean pigmentos rojos y negros. En el yacimiento de Ignatiev se observa características similares a las descritas en la anterior cueva, aunque la técnica empleada es la tinta plana y el pigmento negro. El conjunto lo comprenden la representaciones de caballos, un uro y un rinoceronte, igualmente a estas figuras se les suman signos geométricos.

En Hungría el yacimiento de Jenö Hillebrand tiene grabados de escasa calidad que se superponen unos a otros. Las siguientes cuevas se localizan en la República Checa, Mladec y Byc, con representaciones del tecnocomplejo Auriñaciense bastante limitadas, destacar que son representaciones de tintas rojas. En la cueva de Antalia (Turquia) y la cueva Badanj (Bosnia) también se localizan representaciones de arte paleolítico no figurativo. En Alemania citaremos otros dos yacimientos con escaso arte y mal conservado, los grabados de la cueva de Sclhelklingen y la cueva de Geissenklösterle, donde se recuperó bloque con trazos amarillos, negros y rojos.

Por último, señalar que en Rumanía también se conoce otro yacimiento con arte rupestre en la cueva de Cuciulat en la que se conserva la pintura roja de un caballo y un animal indeterminado.