Normalmente
cuando pensamos o no referimos al arte del Paleolítico superior se
nos viene a la mente los grandes paneles rupestres de Europa
occidental, concretamente las grandes cuevas de Francia y de la
Cornisa Cantábrica. Sin embargo, las representaciones en cuevas o
abrigos son también una realidad extendida al resto de Europa que
cada vez se va conociendo mejor. No obstante, no deja de ser también
una realidad que el nivel de espectacularidad de las representaciones
localizadas en Europa occidental no tienen comparación con las que
poco a poco se van documentando en el registro arqueológico del
resto de Europa.
En
2010 un equipo de espeleología dio con el hallazgo de las pinturas
rupestres más antiguas de Europa central, se localizaron en la cueva
rumana de Coliboaia (Campani, Bihor), a una altura de 547
metros. En un principio no fue posible datar las representaciones con
ningún método de datacion directo como el carbono 14, por lo que se
recurrió a la datación comparada, crono-cultural, utilizando el
método estilístico y barajando fechas entre los 25.000 y los 35.000
B.P., por lo que se concluyó que habían sido realizadas durante los
tecnocomplejos Auriñaciense y Gravetiense. Un año después se
obtuvieron ya dataciones directas por C 14 a partir de los restos de
carbono obtenidos de la representación de un felino y de restos de
carbón vegetal asociados a las representaciones. Las dos fechas
obtenidas encajan en el cuadro cronológico propuesto a partir de las
comparaciones estilísticas, aunque son ligeramente más antiguas. La
muestra de la figura animal se dató en 31.450-32.820 años Cal BP,
mientras que el carbón 35.120-36.780 años cal BP. Es posible que la
primera muestra se vea rejuvenecida por contaminación de carbono
actual, la otra hipótesis explicativa para la discordancia entre
ambas fechas sería que la representación no tuviese relación
temporal con la muestra de carbón recogida en sus proximidades.
Los
seres humanos del Paleolítico superior en la cueva de Rumania
implementaron dos técnicas para decorar las paredes: el grabado y la
pintura. La temática recogida incluye el animalario habitual del
Pleistoceno final, semejante a las representaciones de Europa
occidental: un bisonte, un caballo,dos rinocerontes, dos cabezas de
oso y lo que con toda probabilidad sea la representación de un
felino. El pigmennto utilizado es negro, posiblemente obtenido al
mezclar carbón y agua. Las representaciones presentan un mal estado
de conservación en su mayor parte. En lo referente a los grabados
cabe señalar que aparecieron en una sala de la cueva donde se
localizaron los restos óseos de osos esparcidos por la superficie.
Destaca la representación del cuerpo femenino y algunos signos
geométricos.
En
el contexto del arte parietal en Europa central y oriental
La
mayor parte de los yacimientos con representaciones parietales del
Paleolítico superior concentran en Europa occidental,
fundamentalmente en la Península Ibérica y Francia, en menor medida
en Italia. A diferencia de lo que ocurre con el arte mobiliar en
Europa central y oriental, el arte parietal resulta realmente escaso
con algunos ejemplos en Rusia y Rumania, así como otros lugares.
Esta sorprendente ausencia abre la posibilidad a varias hipótesis
explicativas, que se deba a una falta de prospección y de
investigación por los recursos limitados, a un problema de
conservación diferencial con respecto a Europa occidental o bien a
la simple inexistencia de representaciones durante el Paleolítico.
En
los montes Urales (Rusia) encontramos dos yacimientos con restos de
arte parietal, el primero es la cueva de Ignatiev y un segundo en la
cueva de Kapova. Sin duda, las muestras más importantes corresponden
a esta última con un conjunto formado por siete mamuts, dos
caballos, un rinoceronte y otra figura interpretada como un bisonte.
El conjunto se completa hasta el medio centenar de figuras con las
representaciones de signos geométricos, tanto cuadrados como
triangulares. Se emplean pigmentos rojos y negros. En el yacimiento
de Ignatiev se observa características similares a las descritas en
la anterior cueva, aunque la técnica empleada es la tinta plana y el
pigmento negro. El conjunto lo comprenden la representaciones de
caballos, un uro y un rinoceronte, igualmente a estas figuras se les
suman signos geométricos.
En
Hungría el yacimiento de Jenö Hillebrand tiene grabados de escasa
calidad que se superponen unos a otros. Las siguientes cuevas se
localizan en la República Checa, Mladec y Byc, con representaciones
del tecnocomplejo Auriñaciense bastante limitadas, destacar que son
representaciones de tintas rojas. En la cueva de Antalia (Turquia) y
la cueva Badanj (Bosnia) también se localizan representaciones de
arte paleolítico no figurativo. En Alemania citaremos otros dos
yacimientos con escaso arte y mal conservado, los grabados de la
cueva de Sclhelklingen y la cueva de Geissenklösterle, donde se
recuperó bloque con trazos amarillos, negros y rojos.
Por
último, señalar que en Rumanía también se conoce otro yacimiento
con arte rupestre en la cueva de Cuciulat en la que se conserva la
pintura roja de un caballo y un animal indeterminado.