Los caballos de Pech-Merle fueron representados con realismo
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Los avances en el campo de la
genética están abriendo nuevas vías de investigación en casi todos los campos
de la ciencia, incluido el estudio de las representaciones de las sociedades
paleolíticas de cazadores-recolectores durante el Pleistoceno. En noviembre de
2011 la revista científica PNAS publicaba un estudio de paleogénetica sobre
genotipos de caballos salvajes de la Prehistoria, realizado por un equipo internacional
de trabajo dirigido por Melanie Pruvost entre los que participaban
investigadores españoles (UAM).
Las llamativas representaciones
de caballos con puntos negros de la cueva de Pech-Merle (Francia) provocaban
entre los arqueólogos y prehistoriadores uno de los debates más interesantes y
recurrentes. Los investigadores dividían sus posiciones entre los que defendían
que las representaciones del Pleistoceno reflejaban la variabilidad existente y
los que entendían que en realidad respondían a representaciones simbólicas. Ambos
planteamientos acaban en discusiones interminables en el marco teórico, difícilmente
resolubles. Las conclusiones del estudio han despejado en parte el panorama confirmando que este tipo de caballos trotaban por las praderas del Paleolítico
superior en Europa y que responden a retratos realistas más que a
interpretaciones simbólicas del ser humano prehistórico, lo cual resta bastante
valor simbólico a estas primeras manifestaciones rupestres del Homo sapiens.
Para el estudio se analizó el ADN
procedente de restos fósiles (dientes y huesos) de caballos rescatados en
niveles arqueológicos de entre 35.000 y 5.000 B.P. de quince yacimientos de la
Península Ibérica, Siberia, Francia y Europa del este. De una muestra de treinta y un ejemplares, cuatro
de ellos aportaron el gen ligado al tipo de “caballo leopardo”, dieciocho son de
color marrón y siete negros. En otros dos ejemplares muestreados también apareció
el gen moteado, en este caso pertenecían a fósiles de la Edad del Bronce. El equipo
de investigación trabajó sobre nueve locus de ADN nuclear relacionados con la
pigmentación del pelaje. Hasta ahora las hipótesis manejaban la posibilidad de que
el pelaje moteado de algunos de los caballos domesticados actuales (raza
Knabstrupper…) fuese fruto precisamente de la domesticación y la selección de
ejemplares.
Las representaciones de caballos moteados de Pech-Merle están datados en 25.000 B.P.Otros casos de representaciones paleolíticas de caballos moteados es el caballo blanco con manchas negras de la cueva de la Pileta (Málaga), el caballo negro con manchas blancas de la cueva de Lascaux (Francia) o los ejemplares de Mostespan y Mayenne-Sciences (Francia).
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