Uno de los avances más
sencillos y con más consecuencias posteriores para la Humanidad fue
la fabricación de agujas de
coser perforadas, las cuales apenas han variado en sus diseños desde
la Prehistoria hasta la actualidad, salvo por el cambio de material
utilizado. Las agujas permitieron confeccionar ropas más eficaces
para combatir el frío en las latitudes más septentrionales, una
ventaja de adaptación cultural nada despreciable.
Las
materias primas empleadas en la confección de las agujas
paleolíticas fueron diversas, principalmente los huesos largos
procedentes de los animales cazados, en menor medida las astas de los
cérvidos e incluso el marfil de los mamuts, aunque no es de
descartar que algunas de ellas fuesen fabricadas en madera y que no
nos hayan llegado en el registro arqueológico por motivos de
conservación diferencial.Sus tamaños son variables, soliendo medir
entre los 3 y los 8 cm, aunque en ocasiones sobrepasaban esas
dimensiones. Su grosor estaba entre los 0,5 y los 2,4 mm, acabando
en punta.
La
técnica es sencilla, a partir de un hueso largo o un asta se extrae
mediante un buril (aunque en ocasiones pudieron usarse lascas) una
varilla larga y estrecha por medio de un doble ranurado. Una vez
extraída se va raspando con una piedra arenisca hasta dejarla
perfectamente pulida, se rebaja hasta el tamaño deseado y se le
confiere un acabado en punta. Por último se procede a la perforación
del cabezal para proporcionar el agujero de enebrar. Para ello se
utilizaban cuatro técnicas diferentes, por presión se iban
extrayendo esquirlas hasta obtener el agujero, por rotación circular
empleando un perforador, por rotación alternativa, obtienendo
primero un semicirculo y después el segundo, por profundización,
golpeando un objeto punzante.
Debemos
señalar que, aunque no existen pruebas directas, como hilo se
púdieron usar los tendones de los animales cazados o bien fibras
vegetales.
¿Usó neandertal agujas de coser?
En
principio parece poco probable la supervivencia en climas fríos como
los que en parte ocupó neandertal sin ropas de abrigo eficientes así
como sin fuego, sin embargo el registro arqueológico no ha
proporcionado pruebas contundes de que ni los neandertales ni los
sapiens de los tecnocomplejos Auriñaciense y Gravetiense hubiesen
desarrollado agujas destinadas a la costura de ropas.
Existen
referencias antiguas a objetos interpretados como agujas por el
investigador francés Bordes en el yacimiento Combe Grenal (Francia)
dentro de un musteriense clásico datado en 115.000 BP (Paleolítico medio) que deja
bastantes dudas y alguna más moderna como Donald Johanson en su
libro “De Lucy a la lengua”, el cual cita una aguja neandertal
datada en 28.000 años, pero la evidencia arqueológica es demasiado
débil como para el momento aceptar que neandetal empleaba en sus
ropas agujas de coser, aunque nada descartable.
que inteligentes
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