lunes, 3 de diciembre de 2012

Biografía de un Homo erectus y su llegada a Siberia


Homo erectus, el hombre ergido, es probablemente el primer espécimen dentro del género Homo al que se puede calificar como ser humano sin temor a la controversia. Bien es cierto que el género Homo llevaba milenios evolucionando por las cálidas tierras del continente africano, con varias especies como Homo habilis y Homo rudolfensis, incluso Homo georgicus (estos ya habían alcanzado la frontera de Asia con Europa), que mostraban ya evidentes rasgos anatómicos y tecnológicos de una humanidad incipiente. Sin embargo, el precario registro arqueológico de estas especies denota una ausencia de comportamientos contextuales que nos construyen como animales racionales, como seres humanos.

Reproducción de Homo erectus


¿Quién fue Homo erectus?

La nomenclatura para una nueva especie dentro de la familia humana fue propuesta por el médico Eugéne Dubois allá por el año 1892, quién en su enconada lucha por encontrar el eslabón perdido entre el mono y el hombre estaba convencido de que este habría de localizarse en algún lugar perdido de Asia. La búsqueda de una especie-puente entre lo animal y lo racional tuvo un papel esencial en la investigación paleoantropológica de su época. Su actividad investigadora le condujo a documentar fósiles de Homo eretus en la Isla de Java, los cuales fueron datados hace unos años en 1,6 m.a. gracias al desarrollo de las técnicas de datación. En un primer momento recibieron el nombre de Anthropopithecus erectus pero la documentación de una significativa capacidad craneal hizo rectificar su nombre a Pithecanthropus erectus, hasta que en 1940 queda adscrito al género Homo.

Este homínido vivió entre hace un 1,9 m.a y 100.000 años (algunas dataciones bastante discutidas lo retrasan hasta hace 50.000 años), un largo periodo evolutivo para una especie (hecho que deja patente su éxito adaptativo). Dicho lapso de tiempo abarca desde el Plioceno hasta el Pleistoceno superior, pasando por el medio e inferior. Homo erectus tuvo su origen evolutivo en África, expandiéndose desde esa primigenia cuna hacia el sureste asiático y China amparado en unas condiciones climáticas propicias. Recientemente ha sido publicado un estudio que documenta su llegada a Siberia, del que posteriormente hablaremos.

Los yacimientos más destacados que han proporcionado restos fósiles que permiten caracterizar a Erectus proceden en su mayor parte de Asia, son Zhoukoudian, Hexian, Lantian, Yunxian en China, Sangiran, Ndandong, Sambungmacan, Trinil (Isla de Java). En África existen yacimientos destacados pero presentan una problemática metodológica: la adscripción de sus fósiles, ya que parte de la comunidad científica entiende que pertenecen a Homo ergaster (el Homo erectus africano y europeo). En la actualidad una corriente mayoritaria tiende a considerar a Erectus una especie esencialmente asiática. Tradicionalmente se entendía la aparición de Erectus como poblaciones evolucionadas a partir de habilis, pero la documentación de nuevas especies puso en cuestión dicha tesis, cobrando fuerza su relación filogenética con georgicus, o incluso rudolfensis.
Respecto a la tecnología empleada por estos por estos grupos humanos no hay grandes novedades, las técnicas en la talla de útiles de piedra siguen siendo similares a las de poblaciones Homo anteriores, esencialmente modo 1 y modo 2 o achelense. Aunque un matiz importante es el dominio de la tecnología del fuego, que permitió a Erectus ser el primer humano que cocinaba sus alimentos y calentaba y daba luz a sus noches. El dominio del fuego puede remontarse a 1,5 m.a., sin embargo las evidencias más antiguas de alimentos cocinados se remontan a hace un millón de años en la cueva de Wonderwerk (Sudafrica). Este dominio del fuego es esencial porque impulsó el desarrollo de la inteligencia social y colectiva.

Caracteres anatómicos

Una primera aproximación a los rasgos físicos del Homo erectus deja percibir de forma inconfundible sus características plenamente humanas, con unas proporciones ya muy cercanas a la humanidad moderna. La capacidad craneal ha sufrido una importante expansión con respecto a las especies predecesoras (habilis, rudolfensis, georgicus), evolucionando desde los 900 cm³ de los primeros ejemplares africanos hasta los 1200 cm³ de los últimos ejemplares documentados en Asia hace 100.000 años. Presentan un neurocráneo evolucionado respecto a habilis y georgicus, siendo más alto y largo para dar cabida al crecimiento del cerebro. Aún es muy significativo el diformismo sexual, es decir, la diferencia de estatura y peso entre los machos y las hembras, alcanzando el 1,70-1,80 y 1,50 cm de estatura y los 80 y 60 kg de peso respectivamente. Otros rasgos son la ausencia de mentón, unos dientes reducidos, unos conjuntos óseos bastante robustos y unos arcos supraorbitales muy marcados. Y aún es evidente el prognatismo maxilar y mandibular respecto a poblaciones más modernas. Se debe resaltar un cambio hacia un mayor crecimiento general en todo el cuerpo menos en la dentadura, cuestión que viene explicada por el cambio de dieta respecto a los homínidos anteriores, con un mayor aporte de proteínas y grasas animales a partir de la caza y el carroñeo de presas.

Cráneo del Hombre de Pekín


El camino de Siberia no era el del frío

Recientemente se presentó a la opinión pública un estudio científico del Instituto de Arqueología y Etnografia de Rusia en el que se presentaban los interesantes resultados de las investigaciones efectuadas durante una década en la cueva siberiana de Karama, en los montes de Altai (sur de Siberia). En estos mismos montes se documentó hace un año una nueva especie relacionada genéticamente con los neandertales, los denisovanos. Los trabajos científicos han sido dirigidos por el arqueólogo Mijail Shunkov.

Los niveles arqueológicos más antiguos de Karama han sido datados en una horquilla temporal entre 800.000 y 1 m.a. Aa partir de lo cual los científicos han inferido que las poblaciones de Erectus llegaron a Siberia por la ruta migratoria del norte desde África, cruzando las actuales repúblicas centroasiáticas, auspiciados por unas condiciones mediambientales propicias. De cualquier modo, no debemos dejarnos arrastrar por las actuales condiciones climáticas de Siberia para concluir una gran capacidad cultural adaptativa de Erectus a condiciones muy adversas ya que los estudios paleoclimáticos ponen de manifiesto que durante la horquilla temporal en que se datan esos niveles arqueológicos en Siberia imperaba un clima benigno.

El problema, común a otros yacimientos y otros periodos, es que en los trabajos arqueológicos no se documentaron restos fósiles humanos sino restos de artefactos manufacturados por el ser humano, industria lítica correspondiente al modo 2 o tecno-complejo achelense y aunque la asociación de ese tipo de industria durante ese periodo con el tipo humano Erectus tiene su peso, siempre es arriesgado si no existe la asociación in situ de fósiles óseos y fósiles líticos. Lo que no deja lugar a la duda es el importante aumento en la fecha del primer poblamiento por parte del género Homo de Siberia, pasando de 250.000 años a un mínimo de 800.000 años.

Material lítico del yacimiento de Karama

5 comentarios:

  1. Hola Iván, hacia tiempo que no publicabas en tu blog, espero que sea por algo pasajero. Tu nueva entrada me ha parecido muy adecuada en tu intento de difundir la ciencia prehistórica. Sin duda en un tema muy interesante, aunque lleno de incertidumbres, como bien recalcas en tu post. La clásica definición de especies creo que con el desarrollo del estudio del ADN fósil y una abertura al concepto de evolución (p. e. papel del ADN basura)debe replantearse, aunque creo que aún estamos lejos de poder realizar tal estructuración. Mientras tanto nos conformamos con lo conocido, que por lo menos nos permite situar los problemas en el tiempo y lugar que nos indican los yacimientos.
    Un saludo de Ángel

    ResponderEliminar
  2. Hola Ángel, un placer hablar de nuevo contigo. Ya vamos recuperando y retomando el hilo poco a poco.
    Estoy totalmente en sintonía con lo que planteas, tenemos muchas más dudas que certezas y esas dudas aumentan a la par de nuestro conocimiento. Lo cual no deja de ser un buen síntoma. La EH es un gran puzle del cual sólo tenemos una parte de las piezas y además esas piezas están fragmentadas, por lo que nuestra visión no puede ser más que parcial.
    Una de las cuestiones a resolver en la próxima década es la cuestión del concepto especie en paleoantropología después de los avances en paleogenética ya conocidos y los aún están a las puertas de sorprendernos. Es evidente que la definición de especie biológica da problemas de encaje en nuestro campo.
    En este sentido, al igual que la evolución lineal es insostenible, opino que últimamente existe una proliferación de nuevas especies que se me antoja excesiva. Hemos ido de un extremo a otro, en algunos en base a un único fósil que sirve para plantear una nueva especie. Se ignoran factores como la variabilidad en una especie o el diformismo sexual sin tener muestras fósiles suficientemente representativas, incluso ignorando lecciones que nos ha dado la genética como en el caso de HAM y HN, cuyo intercambio genético pone en duda su clasificación como especies diferentes a pesar de la distancia anatómica y que una gran parte siga manteniendo esa clasificación.
    Creo que en el concepto especie deberían pesar mucho los datos genéticos, pero tb anatómicos, el contexto temporal y espacial, la conducta...y en muchos casos carecemos de ellos o se conocen parcialmente.

    Muchas de esas dudas que yo tengo las he ignorado en el propio post porque se haría interminable. Por ejemplo, doy por bueno que habilis y rudolfensis son especies diferentes y no te tengo que explicar las dudas que eso suscita...o que habilis se clasifique como Homo

    Por otro lado, trato de hacer buena divulgación de la evolución y la prehistoria porque a mi, como consumidor de la misma, no me gusta la que leo. Creo que se cae en el sensacionalismo y la simplificación. Sé que hay artículos del blog que a determinados seguidores como tu caso aunque os guste no os descubro nada porque lo tenéis trillados pero hay otro grupo no especializado para el cual es bueno explicar ciertas cosas que los medios dan como afirmaciones incontestables, cuando en realidad son datos parciales de una realidad compleja. Por ejemplo, que erectus ha llegado a Siberia. Con las dataciones del arte cantábrico a mi me han llegado a comentar que neandertal es el autor de Altamira (imagínate mis ojos de plato...). Demos por bueno lo que no está demostrado, q HN hizo arte y dibujo una de las manos del famoso panel. En la prensa se divulga de forma tan nefasta, se simplifica tanto para que la gente acceda a ello, que el público sin un grado de conocimiento importante asume que fue neandertal el autor de Altamira. En ello existe cierto paternalismo y desprecio por la inteligencia del la gente.Yo no creo que la gente sea tonta y creo que se puede hacer divulgación amena, precisa y explicando bien los aspectos complejos sin caer en un lenguaje tecnicista.


    Un saludo y encantado de leerte, tanto en tu blog como en las críticas que siempre aportan algo.

    ResponderEliminar
  3. Gracias por volver, te echábamos de menos.

    ResponderEliminar