domingo, 3 de marzo de 2013

El fósil humano más antiguo de Europa (Orce, 1,4 m.a.) y las rutas migratorias desde África


La revista cientifica Journal of Human Evolution publicará mañana en su último número la evidencia del fósil del género Homo más antigua de Europa occidental en uno de los yacimientos de Orce (Granada), concretamente en Barranco León. El hallazgo corresponde a la corona completa de un diente molar deucido perteneciente a un homínido infantil de unos 10 años aproximadamente, que apareció en un contexto arqueológico datado en 1,4 m.a. El fósil fue documentado en la campaña de excavaciones arqueológicas de 2002 y no fue clasificado como humano hasta 2007.

De las características de la pieza cabe destacar el fuerte desgaste de su cara oclusal, es decir, de la zona con la que se mastica. Apareció asociado junto a otros restos óseos de herbívoros (bisontes, gamos, ciervos gigantes, conejos, tejones...) y carnívoros (lobos, chacales, osos, hienas de cara corta...), además de a una industria lítica muy rudimentaria, muy primitiva conocida como modo 1 u olduvayense. Se ha podido obtener algunos datos sobre la fabricación y uso de estas herramientas. El material se obtuvo a unos 2 o 3 km de distancia, el remontado de las piezas permite saber que fueron talladas in situ y abandonadas después de descarnar a los animales. Los restos óseos de fauna presentan claras marcas de descarnado.

Canino de hiena e industria lítica de Barranco León

Es importante señalar que al hablar de Orce se hace referencia a un conjunto de localidades arqueológicas sitas en la depresión de Guadix-Baza que han aportado restos tanto arqueológicos como paleontológicos de una importancia excelsa. Estos yacimientos pertenecen al Pleistoceno inferior, cuando al contrario del paisaje desértico actual existía un lago que atraería a abundante fauna a sus cercanías, entre ellas al ser humano.

La evidencia fósil no permite establecer con certeza su clasificación como especie dentro del género Homo pero su datación cronológica sitúa a los restos de Orce entre Homo georgicus (Dmanisi 1,8 m.a.) y la indeterminación de la especie Ñ de los yacimientos de Atapuerca (1,2 m.a.), los rasgos morfológicos parecen relacionarlo con esta última, el Homo sp de Atapuerca.

La polémica

Orce saltó al campo de la paleoantropología de la mano de la polémica cuando en 1982 el paleoantropólogo Josep Gibert presentó a la comunidad científica y al público en general los restos de una calota de un homínido datado en 1,3 m.a. Inmediatamente después surgió la polémica ya que para una parte importante de la comunidad científica era difícil de aceptar unas fechas tan antiguas para el poblamiento de Europa. Por aquel entonces el resto más antiguo de presencia humana en Europa se correspondía con la mandíbula de Mauier (Alemania) con una cronología de 500.000 años. El salto cualitativo y cuantitativo era enorme, algo que la siempre conservadora comunidad científica ha discutido con vehemencia. La teoría dominante era denominada “cronología corta”, planteaba la imposible ocupación de Europa dada sus duras características climáticas y geográficas, las cuales habrían imposibilitado la llegada de homínidos con capacidades técnicas y cognitivas limitadas.

Años después llegaron los descubrimientos de Dmanisi (Georgia), Atapuerca (España) y algunos otros yacimientos (Boxgrove-Inglaterra y Ceprano-Italia) que evidenciaron la ocupación de Europa por homínidos en fechas muy antiguas. Primero se estableció con Homo antecessor en 0,8 m.a., después las dataciones de Dmanisi remontaron la ocupación de los límites de Europa y Asia a 1,8 m.a. por parte de un grupo de homínidos muy primitivos con bastantes similitudes a los Homo habilis, el Homo georgicus. Por último, Atapuerca no hace demasiado se volvió a confirmar como un increíble yacimiento aportando la documentación de una mandíbula de homínido procedente de la Sima del Elefante con una datación de 1,2 millones de años.

Con la perspectiva que nos permite el avance del tiempo y de las investigaciones, la polémica sobre el resto oseo de Orce parece desfasada y carente de valor en la actualidad. Poco importa ya si esa calota corresponde a un homínido o bien a un herbívoro, la presencia humana en la Península Ibérica por encima de 1,2. m.a. es un hecho incontestable que se apoya ya no sólo en el registro arqueológico de los fósiles humanos, sino también en numerosos yacimientos arqueológicos donde está bien documentada la actividad humana por medio de la presencia de industria lítica clasificada como modo 1 u olduvayense y modo 2 o achelense (más información en Prehistoria al día). Y más allá de la polémica concreta lastrada por dogmatismos, es de justicia reconocer al profesor Gibert el mérito y lo acertado de sus planteamientos: Europa fue poblada por homínidos arcaicos en fechas muy antiguas. Si bien no me resisto a opinar sobre la clasificación de la calota de Venta Micena. A mi parecer se debe clasificar como humana por la presencia de suturas craneales, aunque admito las serias dudas que deja. La documentación de este nuevo fósil en un yacimiento próximo a Venta Micena con una datación muy similar creo que se constituye como una prueba indirecta a favor de su interpretación como resto humano. Existen además, análisis moleculares de un tipo de inmunoglobulinas sólo presentes en el género Homo que parecen confirmar que el resto óseo pertenece al género Homo.

Hacia a dónde apunta las investigaciones y los nuevos datos

Dejando atrás polémicas absurdas, el nuevo resto fósil humano por su localización espacial y temporal pone sobre la mesa el debate de las primeras salidas de África y de las rutas colonizadoras de Europa, además de cuál fue la especie o especies protagonistas de esas primeras salidas. Hemos de recordar que el género Homo tiene su origen en África hace unos 2,5 millones de años y que el primer representante de este género es Homo habilis (sin entrar en la discusión de su clasificación). Sabemos que de forma incontestable una de las rutas de salida de África se produjo por Oriente Próximo, colonizando Asia y Europa. Esta ruta se remonta al menos a hace 1,87 millones de años y estuvo protagonizada por Homo georgicus, desechando de esta forma la teoría tradicional de que fue Homo erectus el primer humano en pisar tierras no africanas.

Diente de Barranco León


Ahora bien, los nuevos restos publicados con 1,4 millones de años plantean de forma aún más sólida la posibilidad de que hubiese existido una segunda ruta colonizadora de Europa desde África a través del estrecho de Gibraltar. No tenemos la seguridad de que ambas rutas fuesen simultáneas aunque de momento parece anterior la ruta tradicional por Oriente Próximo dadas las fechas manejadas. Esta ruta por el estrecho de Gibraltar se apoya en la presencia de fauna de tipo africano en niveles arqueológicos datados en 1,6 millones de años. Ejemplos de esta fauna africana serían el tigre de diente de sable (Megantereon withei), una especie de hiena carroñera (Pachycrocuta brevirostris) y un équido de una sola pezuña relacionado genéticamente con los caballos actuales. El problema de esta teoría es la ausencia de pruebas que evidencien las tecnologías necesarias para atravesar el estrecho, si bien esta ausencia no es prueba de que no existiese.

Otro inconveniente para esta propuesta es la primera filiación genética propuesta para el diente de Orce, la cual relaciona el fósil con los restos de la Sima del Elefante (sierra de Atapuerca), la especie denominada Homo sp o ñ. De ser correcta esta relación y teniendo en cuenta el origen asiático de Homo sp y su relación morfológica con Homo georgicus, la documentación de este nuevo fósil nada aportaría a las tesis que defienden una ruta migratoria por el sur de Europa.

Una tercera vía es apuntada de forma minoritaria por algunos investigadores italianos, los cuales apunta a una ruta migratoria por el estrecho de Túnez llegando hasta Sicilia.

Todos estos datos en su mayoría sesgados son un puzzle difícil de encajar, en el cual hay que tener en cuenta  todos los aspectos, yacimientos con restos óseos humanos y sus dataciones, del mismo modo son importantes aquellos yacimientos con industria lítica no asociada a restos óseos pero con dataciones importantes. En Europa existen algunos yacimientos con dataciones muy antiguas, en estos se han localizado restos de industria lítica facturada por homínidos pero sin asociación a restos óseos. En Italia tenemos industrias líticas en Pirro Norte datadas en un espacio temporal que abarca 1,7 y 1,3 m.a. Por otro lado en Francia el yacimiento Leziganden-Cebe ofrece también fechas muy antiguas en torno a 1,57 m.a.


3 comentarios:

  1. Hola Iván:
    Buen artículo, se agradece la exposición imparcial de las alternativas a los datos que tenemos. Esta postura enseña más y divulga mejor que cualquier exposición más centrada en una posibilidad sin tener datos que lo confirmen.

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  2. Siempre intento ser objetivo. La única certeza es las muchas incertidumbres que tenemos. Construimos teorías explicativas del pasado con apenas una calota y un diente.....y de por si no está mal pero la lógica más elemental hace necesaria una tremenda prudencia en lo que afirmamos y no los dogmas de fe que habitualmente adapta cada uno para defender sus posiciones.

    Un saludo

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  3. Quizá el problema esté en que se imagina el paso a través del estrecho como algo casual, un hecho puntual, cuando debió ser algo mucho más masivo. De no ser así, difícilque fuéramos a encontrar justo justo a los pocos que pasaron. También cruzó la fauna, y no fabrica barcos. Los humanos debieron de cruzar, como los animales, en momentos de nivel del mar muy bajo. Y si pudieron cruzar por un sitio, también por el otro: así, sería compatible la triple entrada en europa: la ruta tradicional o "tour de eurasia", a través del estrecho sículo-tunecino (entre túnez y sicilia), y a través de gibraltar.

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