Se
ha publicado un estudio que plantea la posibilidad de que el arte
rupestre de Australia tenga una datación cronológica máxima de
hasta 60.000 B.P., concretamente el arte grabado sobre rocas en la
Península de Murujuga (Burrup). El mismo ha aparecido en la revista
científica Quaternary Science Reviews en su edición digital,
firmado por el geólogo australiano Brad Pillans de la Universidad
Nacional de Australia y el investigador Keith
L. Fifield
de la Escuela
de Investigación de Física e Ingeniería de la Universidad Nacional
de Australia.
La
Península de Murujuga (Burrup), que forma parte del archipielago de
Dampier, es una zona estratégica de la economía australiana con
enormes reservas de gas y minerales a la vez de constituirse en
tierra sagrada para los aborígenes australianos por la concentración
absolutamente masiva de grabados rupestres. Estos superan el millón
de representaciones en lo que es el mayor sitio con arte rupestre del
mundo, una concentración inusitada. Esta dicotomia enfrentada entre
los intereses económicos de la oligarquía australiana y las
intenciones conservacionistas de los primigenios pobladores de
Australia (concretamente el pueblo Yaburara) se manifiesta en un
enfrentamiento en que rara vez triunfan las posiciones
conservacionistas. De hecho, desde la década de 1960 la pérdida de
este patrimonio (en vías de convertirse en Patrimonio de la
Humanidad) alcanza cifras muy preocupantes ya que se ha destruido un
25%, principalmente por agentes contaminantes como la lluvia ácida
provocada por la industria instalada en la península.
El
estudio ha analizado las tasas de erosión de las rocas de la zona,
la cual a partir de varios factores combinados como un clima seco y
las características intrínseca de dureza de las rocas se ha
establecido como una de las más bajas del mundo. En concreto, una
erosión variable de menos de 0,2 mm cada 1000 años lo que permite a sus
investigadores afirmar una posible edad de los grabados máxima de
60.000 B.P., pero no datan directamente los grabados, esta cifra
expresa un potencial de conservación. De hecho, es una fecha
descartable por el momento teniendo en cuenta otros datos indirectos
del registro arqueológico como la llegada de HAM a Australia,
establecida en torno a 45.000 B.P. en su horquilla más amplia. Esto
hace inviable esa fecha. Los propios autores la descartan y
establecen en base a una estimación una datación en 30.000 B.P.
para una parte de los grabados, como método han utilizado la
medición del Berrylium 10, un isótopo radiactivo que se acumula en
la superficies de las rocas procedente de la radiación de las rocas.
Sería de esta forma el arte paleolítico australiano más antiguo
con una datación medianamente fiable.
La
temática recogida es impresionantemente variada, va desde
representaciones de rostros humanos a animales y temas geométricos,
aparecen rostros sin bocas (los más antiguos), sonrisas espléndidas,
ballenas, canguros, huellas de animales, pies humanos. La técnica
empleada es el grabado profundo.
Cabe
destacar también el arte rupestre de otros lugares de Australia como
las representaciones rupestres de Bradshaw (región de Kimberley)
cuyos investigadores (Roberts y Brooks, 2010) han propuesto una
datación de 46.000 BP utilizando métodos indirectos como la
extinción de la megafauna representada. Sin embargo, las dataciones
obtenidas por C14 no van más allá de 17.000 B.P. De igual interés
resultan las pinturas de Nawarla Gabarnmang datadas en 28.000 B.P.
No
es cierto que la Península de Burrup tenga el arte más antiguo delmundo tal y como se ha divulgado.
Panel de Bradshaw |
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