lunes, 26 de marzo de 2012

Paleantropología: Selam, una niña de más de tres millones de años

Portada National Geografic


La niña de Dikika es como se conoce familiarmente a la niña más vieja del mundo, con una edad geológica de más de 3,3 m.a., tiene por nombre Selam, que en la lengua etíope significa “paz”, ya que ese fue el nombre que recibió un conjunto de fósiles localizados en el Gran Rift Valley, en la depresión de Afar al norte de Etiopia, justo en la orilla del río Awash, en el año 2000 por un equipo de científicos dirigidos por el científico etíope Zeresenay Alemseged, investigador perteneciente al prestigioso Instituto de Antropología Evolutiva  Max Planck ( Leipzig, Alemania). La niña de Dikika saltó a la fama hace unos años con la publicación de los resultados del estudio de sus fósiles en revistas del prestigio de “Nature” y “National Geografic”.

Restos fósile
El conjunto de restos óseos de Dikika es una auténtica joya paleontológica, ya que es uno de los registros fósiles de homínino (nombre científico que denomina al conjunto de los humanos y nuestros ancestros) más completo del panorama paleoantropológico. Durante las excavaciones arqueológicas se consiguió rescatar el cráneo y la parte superior del tronco casi en su totalidad, así como un pie y una rótula del tamaño de un guisante, proporcionando una fascinante combinación de rasgos simiescos y modernos, de los que destacan la frente recta y los caninos cortos.

El espécimen de Didika pertenece a la especie Australopitecus Afarensis, que vivió en el Este de África hace entre 3,9 y 2,9 m.a. y cuya dieta era fundamentalmente vegetariana. Su capacidad craneal varía entre 400 o 500 m³. Es una especie con un importante dimorfismo sexual, los machos medirían 1,5 m y pesarían unos 45 kg mientras que las hembras apenas alcanzarían el metro de altura y unos 30 kg de peso. A esta misma especie pertenecen también los famosos fósiles conocidos como “Lucy”, forman parte pues de uno de los parientes lejanos del cada vez más frondoso árbol genealógico del hombre moderno.

Su descubrimiento fue clave en el conocimiento de la evolución de los homininos

Cráneo de Selam
Aunque no se ha podido documentar  la causa de la muerte de Selam, el estudio de las coronas de crecimiento de los dientes permite conocer algunos datos interesantes como la edad con que murió: tres años, siendo un individuo infantil aún lactante, sin haber echado  los dientes permanentes.  Una subida del cauce del antiguo río Awash permitió que quedará inmediatamente sepultada entre sedimentos de arenas y piedras, habilitando de esta forma una conservación tan generosa, quedando el cráneo y gran parte del esqueleto postcraneal fosilizados entre la matriz de rocas sedimentarias. El equipo de Alemseged invirtió cinco años en separar los huesos fosilizados del homínido de la roca arenisca, siendo necesario la utilización de taladros de dentista en una labor minuciosa. Los esfuerzos no fueron baldíos pues los fósiles rescatados abrieron nuevas líneas de estudio de los patrones de crecimiento de los individuos infantiles de Australopitecus Afarensis y certificaron la locomoción bípeda de esta especie.
                
Un bebe muy humano
              
Sus restos óseos son un verdadero anhelo para la paleoantropología, ya que llenan el vacío de información existente acerca de estos homínidos, proporcionando datos anatómicos, de comportamientos sociales, de la forma de locomoción y del desarrollo vital de la especie. El estudio de los huesos craneales permitió a sus investigadores inferir una capacidad craneal de 330 cm³, un poco menor que el de un chimpancé de tres años, lo que implica un ritmo de desarrollo más lento en Australopitecus Afarensis, esto entronca más con el desarrollo humano que con el de los chimpancés. Selam debió recibir cuidados maternos para completar su desarrollo cerebral y es este uno de los rasgos que nos define como humanos. Todos estos datos son decisivos para comprender el origen de la infancia y la maternidad tal como se entiende en el Homo Sapiens. Hemos de recordar que la infancia es una “anomalía” dentro de la naturaleza, en todos los mamíferos inmediatamente después de concluir el periodo de lactancia los individuos son capaces de proporcionarse sus propios alimentos. Sin embargo, en la niña de Dikika el periodo de dependencia materna se prolonga, es un individuo infantil que en el momento de su nacimiento aún no había completado su desarrollo cerebral como ocurre en otras especies, lo que le hace ser una de las ramas ancestrales del género Homo. En los individuos adultos de su especie la capacidad craneal alcanzaría los 425 cm³.
                
Rasgos simiescos
                
Su escasa capacidad craneal se complementaba con rasgos simiescos en el resto del esqueleto craneal, la nariz hundida hacia dentro y la cara prognata, es decir, salida hacia afuera. También en el tronco superior están presente los rasgos simiescos, con un tórax en forma de embudo, sus omóplatos estaban adaptados a la vida arbórea, perfectamente diseñados para trepar y para la braquiación, lo cual indica que parte de su vida la pasaba en los árboles o estos le servían de refugio ante los ataques de los depredadores. También sus falanges alargadas y curvas confirman esa adaptación arbórea. La proporción entre brazos y piernas es claramente superior a los brazos, rasgo claramente primitivo, presente en los simios.
                
Hacia los primeros pasos
                
Sin embargo, el tronco inferior les emparenta claramente con el género Homo, con el ser humano. Los restos del pie confirman la capacidad de locomoción bípeda, de andar erguidos eficazmente, de estos homínidos, Australopitecus Afarensis. El pie presenta rasgos evidentemente modernos, perdiendo el dedo oponible que permitía aprehender objetos y el ángulo del fémur a la rodilla revela muchas semejanzas con el género Homo,  ahondando en la evidencia de una locomoción bípeda. Se conserva también una de sus rodillas, incluida la rótula, muy pequeña e idéntica a la del ser humano moderno.
                
Un hallazgo sorprendente
                
Quizás el hallazgo más sorprendente del conjunto de fósiles sea el hueso hioides que permite obtener información acerca del aparato fonador y de la capacidad comunicativa de los austrolpithecus. Los huesos hioides no son muy comunes en el registro arqueológico por su delicada conservación ya que es un cartílago y resulta remota la posibilidad de que fosilice. Sólo hay tres ejemplos más en todo el mundo, dos de ellos documentados en los yacimientos de la sierra de Atapuerca con una cronología de 400.000 años y asociados a la especie predecesora del neandertal, el Homo Heidelbergensis y un tercero en el yacimiento de Kebara del monte Carmelo (Israel) perteneciente a Homo Neanderthal. El estudio del hueso hioides de Austraolopithecus Afarensis muestra bastante similitud al de los pánidos (chimpancés), y permite conocer, como era de esperar por su escaso desarrollo cerebral, que esta especie no tendría capacidad de articular un lenguaje complejo, más allá de algunos sonidos guturales y chillidos, por lo que presentaría una voz similar al del chimpancé.
                
El contexto en que vivió Selam
                
Si en el actual desierto etíope donde en el año 2000 se recuperaron los fósiles de la niña de Didika pudiéramos hacer retroceder el tiempo hasta hace 3,3 m.a. podríamos ver crecer bosques cerrados rodeados de humedales y caudalosos ríos, pero también amplias zonas abiertas con bosques menos cerrados y abundantes herbáceas. La fauna documentada para este periodo son hipopótamos, cocodrilos y serpientes.  Este es el hábitat donde vivió y murió la niña de Dikika. 

3 comentarios:

  1. Unos detallitos de taxonomía, por favor no te tomes a mal las correcciones, las hago desde el pv de que es un gran artículo con unos fallos menores:
    - La denominación taxonómica se escribe en cursiva, si, pero con el género en mayúscula y la especie en minuscula. Ejemplo: Homo sapiens
    - No existe Homo Neanderthal. Es Homo neanderthalensis u Homo sapiens neanderthalensis

    Por lo demás, como decía, un post muy interesante, y bien documentado. fecilidades.

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  2. Hola Millán

    Disculpa el retraso en contestar, he tenido el blog abandonado por motivos de salud y aunque te leí hace tiempo, decidí no tocar el blog hasta que estuviese recuperado. Las críticas no me las tomo mal si tienen su razón de ser, como es el caso. Y más, cuando soy plenamente consciente de que tengo ese tipo de despistes frecuentemente.

    Disculpa una vez más el retraso, pero el blog ha estado parado para todo

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