La primera vez que
participé en una excavación arqueológica con un grupo de
investigación de la universidad fue una experiencia impresionante en
general, pero hay dos momentos concretos inolvidables para mi: el instante en que desenterré el primer fósil, dos dientes de caballo,
y mi primera azagaya magdaleniense. Todavía recuerdo la sensación
como si hubiese ocurrido hace un instante, fue casi orgásmico.
Y todo eso pasó en un
yacimiento cántabro en cueva, El Mirón, con ocupaciones
desde el Paleolítico medio hasta época moderna, un verano de esos
cuando aún eramos jóvenes, en las inmediaciones de la Cueva de
Covalanas, declaradas Patrimonio de la Humanidad recientemente, con
uno de los grupos de representaciones solutrenses más impresionantes
del Cantábrico. Es esta una de las maravillas que si no has visto te
has perdido algo en la vida.
Y una vez en el
yacimiento, metidos en faena, se hizo esperar un poco el primer
fósil, pero al final no pudo con nosotros y se rindió. Un compañero
de la facultad (Chuchi) y yo trabajamos en un sondeo de 1,5 x 1 m,
llevábamos movidos más de un metro de tierra en profundidad con la
impresión de que apareceríamos por Australia y allí no había
rastro del pasado ni por asomo. Los demás compañeros nos tomaban ya
el pelo preguntando si estábamos cavando nuestra tumba, hasta que
surgieron los dos dientes de bóvido para alivio de nuestro cabreo.
Luego les siguieron otros restos óseos y líticos. Esos niveles
arqueológicos, pasados unos meses del verano, se dataron como
musterienses.
El otro momento
inolvidable también lo viví en El Mirón, en una de las zonas de
excavación conocida como “La Cabaña” cuando en los niveles
magdalenienses, riquísimos en restos óseos desenterré una azagaya
que es una especie de venablo prehistórico. Creo recordar que tenía
algún motivo geometrico grabado. La sensación tener un objeto
fabricado por un ser humano hace 15.000 años entre tus manos y ser
el primero que lo toca desde entonces es inexpicable, realmente
emocionante.
¿Así que tu hiciste el sondeo que llegó al nivel Musteriense de Mirón? Vaya, desde luego este mundo es un pañuelo.
ResponderEliminarQué lastima que haya tantos y tantos niveles de Paleolítico superior por encima. Sería interesantísimo de excavar, ese nivel.
hola Millan
ResponderEliminarSí, le abrimos un compañero de la facultad y yo. ¿Has trabajado con ese sondeo o qué?.
Bueno, es una pena relativa. No está mal que requiera tanto trabajo. Pero te entiendo, conociendo la cueva esos niveles prometen.