martes, 5 de febrero de 2013

La no coexistencia sapiens y neandertales en la P.I.: pocos datos y mucho afán de protagonismo


Se ha divulgado en la revista PANS de EE.UU. (PNAS) la publicación científica de nuevas dataciones por Carbono 14 de dos yacimientos neandertales en la Península Ibérica hasta ahora considerados como algunos de los últimos refugios de HN en su proceso de extinción, aunque las dataciones más recientes para la industria asociada a HN las ha establecido Javier Baena y su equipo en la cueva cántabra L´Esquilleu (L´Estilleu, más información aquí) en unos 23.000 B.P. Incluso en el yacimiento asturiano de La Güelga se han obtenidodataciones similares para la presencia neandertal.

Una vez más comprobamos como en la arqueología y especialmente en la divulgación científica se hace generalización de resultados parciales y sesgados para construir teorías explicativas de un “todo” complejo y que muchas veces responde a cuestiones diversas. En ocasiones datos fiables y válidos acaban por falsear en parte la realidad.

Los yacimientos que han aportado las nuevas fechas son el Jarama VI (Guadalajara) y Zafarraya (Málaga). Las dataciones anteriores habían sido establecidas en 27.000 B.P. para el yacimiento malagueño y 30.000 años para el Jarama VI. Los nuevos resultados adelantan la extinción de HN en el centro y sur de la Península Ibérica a unos 45.000 B.P, asumiendo fechas similares para la desaparición de los neandertales del registro arqueológico similares a otros lugares de Europa.

El estudio científico

Las nuevas dataciones obtenidas son fruto del trabajo de un equipo internacional de investigación que incluye a miembros de la UNED y de la Universidad de Oxford entre otros organismos y universidades. Para el trabajo se recurrió al análisis de 252 restos óseos procedentes de yacimientos del centro y sur peninsulares, de los que sólo 27 presentaban restos suficientes de colágeno para permitír su datación por el método del C14. Estos 27 restos pertenecen a 11 yacimientos clave de la Península Ibérica para comprender el final del Paleolítico medio y con él la extinción del grueso de las poblaciones neandertales.

A modo de pequeña aclaración diremos que el método del C14 es el sistema de datación más empleado en la arqueología del Paleolítico superior, parte del recuento de la cantidad de isotopos de C14 presente en todo resto orgánico, dicha cantidad es constante hasta el momento de su muerte, una vez que ésta se produce, el C14 va disminuyendo a una velocidad constante (la mitad cada 5.730 ±30). Basta con medir la cantidad de C14 que aún permanece en el resto orgánico y compararla con la cantidad actual de un organismo vivo para determinar la fechación. Sin embargo, en la práctica no resulta tan sencillo y existen algunos problemas que poco a poco se van resolviendo. Dos de esos problemas son que la cantidad presente de C14 en atmósfera no es constante a lo largo de todas las épocas, lo cual se resuelve con las llamadas curvas de calibración, y la contaminación de las muestras por contacto con materiales orgánicos más recientes, que rejuvenecen las dataciones obtenidas.

Para la datación de los restos óseos el equipo de investigación utilizó una técnica relativamente moderna conocida como AMS (acelerador de masas de partículas) que permite datar a partir de cantidades de materia orgánica muy pequeñas y así no dañar los restos óseos estudiados y también la descontaminación por ultrafiltrado que elimina completamente la contaminación de C14 procedente de organismos más modernos.

De los yacimientos muestreados (11 en total) en el estudio, solamente dos fechas obtenidas corresponden a los citados yacimientos del Jarama VI y Zafarraya, las cuales adelantan el supuesto final de la presencia de HN en el sur de la Península hasta el 45.000 B.P. Estos dos datos parciales dan pie al equipo investigador para sustentar la hipótesis de una temprana desaparición de los neandertales. Afirman que neandertales y sapiens no coexistieron en el sur y centro, dejando abierto un pequeño resquicio a que esto ocurriese en la Cornisa Cantábrica. Olvidan la documentación del Niño de Lapedo en Portugal, con rasgos neandertales y sapiens y datado en unos 25.000 años.

En el estudio otras ocho muestras procedentes de yacimientos tan significativos como la cueva de La Sima de las Palomas (Murcia) son desechadas por la falta de fiabilidad de las dataciones por causa de la mala calidad del colágeno de los huesos dado su mal estado de conservación.

Por último, la mayoría de los medios obvian que en el mismo estudio las dataciones obtenidas en el yacimiento de Cueva Antón (Murcia) son coherentes con las ya conocidas, obteniendo dataciones recientes para la presencia de HN (en torno a 30.000 B.P). Los autores restan importancia a este dato arguyendo problemas metodológicos en la asociación de industria lítica y las muestras datadas con C14.

No quiero dejar de señalar la divulgación que se ha hecho en prensa apareciendo titulares profusamente que niegan la coexistencia de ambas poblaciones humanas en la transición del final del Paleolítico medio al superior en la Península Ibérica. Sólo decir que tanto Portugal como la Cornisa Cantábrica son parte de la misma.

Una crítica a las conclusiones de los autores

No es cuestión desacreditar el nuevo estudio porque éste, sin duda, ofrece datos interesantes como son fechas más correctas para las dataciones de los yacimientos de Jarama VI y Zafarraya, pero resulta evidente la escasez del muestreo del estudio, con sólo tres dataciones válidas y una de ellas apuntando en contra de las conclusiones de los autores. Sería preciso y deseable un estudio más amplio que incluyese también los yacimientos asociados sapiens. Es evidente que el problema de la contaminación de los yacimientos neandertales del sur peninsular es casi incuestionable, pero no lo es menos que el mismo problema afecta a los yacimientos sapiens, cuya llegada a la Península podría ser anterior a lo aceptado hasta ahora, por el mismo problema de rejuvenecimiento de las dataciones por contaminación. Un razonamiento similar es válido para cuestionar que los neandertales ibéricos despareciesen en fechas similares a los del resto de Europa como plantean los autores del estudio, ya que estos yacimientos en muchos casos adolecen del mismo problema metodológico y su desaparición también sería más temprana.

Mandíbula neandertal de Zafarraya


Las fechas en si mismas tienen una importancia secundaria, siendo lo fundamental los procesos que giran en torno a esta cuestión: la desaparición de la población neandertal, la llegada de las poblaciones sapiens, la transición del Paleolítico medio al superior, es decir, la emergencia de los comportamientos modernos. Y es en la medida que nos permitan un mejor conocimiento de estos procesos donde adquieren importancia las dataciones más precisas. Creo que las nuevas dataciones no cambian el panorama actual sustancialmente y las interpretaciones de sus autores solo nos retrotraen a las hipótesis de los años 90.

En mi opinión, los resultados apuntalan un problema metodológico ya conocido en la arqueología paleolítica: el problema de trabajar con dataciones de C14 antiguas y actuales que ofrecen diferentes grados de fiabilidad, o mejor dicho de precisión, y por otro lado la implementación en las dataciones de diferentes métodos de datación que ofrecen resultados dispares incluso para un mismo yacimiento.

El reciente estudio sobre el arte rupestre cantábrico pasaba por aquí...

En los artículos leídos no he encontrado ninguna referencia a las sorprendentes dataciones del arte cantábrico que hace unos meses presentó el equipo de Zilhao y que podían abrir la posibilidad de relacionar las manifestaciones más antiguas del arte con neandertal (más información aquí). Esas primeras manifestaciones, concretamente el disco rojo de la cueva de El Castillo, fue datado por el método de series de uranio en 40.800 B.P. Un supuesto adelanto de la llegada sapiens a la Península Ibérica basado en el rejuvenecimiento de las dataciones ya no haría encajar de manera tan justa la fecha del disco rojo y la llegada sapiens, restando enteros a la hipótesis de la autoria neandertal. Esto último sólo es una pequeña opinión.

2 comentarios:

  1. Hola Iván, me sumo a los comentarios y críticas que expones en este entrada al blog. Sólo quiero destacar el gran peligro divulgativo que existe en los medios al generalizar unos escasos datos de un yacimiento con toda la generalidad de la población en la Península Ibérica. Las manifestaciones periodísticas, con teatral forma de exponer los datos, va en contra de una correcta divulgación científica, pues confunde más que aclara.
    Un abrazo de Ángel

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  2. En el fondo no deja de ser un "salsa rosa" de la información científica. En este caso creo que los investigadores se han hecho trampas al solitario. La novedad es que los mismos procesos tengan una cronología más antigua, cosa que se podía intuir conociendo los problemas metodológicos.

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