La cueva de El Castillo (Cantabria) es uno de los yacimientos de referencia en el estudio del Paleolítico medio y Paleolítico superior, así como de la transición entre ambos períodos, tanto por su potente registro arqueológico con una secuencia de más de 14 metros como por haber conservado en sus lienzos parietales uno de los más completos conjuntos de representaciones gráficas del Paleolítico superior. Además, recientemente, un estudio planteó una fecha muy antigua para algunas de sus representaciones gráficas (40.800B.P.), abriendo la posibilidad de la autoria neandertal de las mismas.
Este conjunto forma parte de las cuevas de la Cornisa Cantábrica declaradas Patrimonio de la Humanidad, la gran mayoría también localizadas en Cantabria. La cueva de El Castillo se emplaza en el monte homónimo de El Castillo y en sus laderas se hallan otras tres joyas del Paleolítico superior: la cueva de La Pasiega, la cueva de Las Monedas y la cueva de Las Chimeneas (igualmente declaradas Patrimonio de la Humanidad).
En 2001 durante una campaña de documentación del mal llamado arte paleolítico cántabro, el fotógrafo Pedro Saura, especializado en la documentación del patrimonio, localizó (casi por accidente) en uno de los paneles de la cueva de las Chimeneas las huellas dactilares más antiguas conservadas. Las huellas dactilares forman al menos un conjunto de 21 impresiones que aunque presentan diferentes grados de conservación son fácilmente identificables. Las huellas quedaron impresas en un panel con grabados y se han conservado gracias a las condiciones medioambientales estables propias de las cuevas, donde apenas varían la humedad y la temperatura. Se trata de un panel arcilloso, blando, muy propicio para la impresión.
Huellas dactilares de Las Chimeneas |
Las preguntas abiertas en torno a estas huellas son diversas, ¿pertenecen a la misma persona que nos legó los grabados paleolíticos?, ¿pertenecen a una o varias personas?, ¿las huellas son del periodo Paleolítico superior?. Son muchas las incógnitas y pocas las certezas pero de todas ellas parece razonable asegurar que se corresponden con el momento de ejecución de los grabados ya que la cueva quedó sellada durante algún momento del Paleolítico superior hasta que a mediados del siglo XX las obras de la carreta de acceso al complejo de cuevas del monte El Castillo descubrieron su entrada original. Además, resulta razonablemente asumible que las huellas pertenecen a una sola persona diestra y quién sabe si se corresponden con el autor de los grabados.
Cueva de Las Chimeneas
En el conjunto de representaciones gráficas de Las Chimeneas se pueden observar dos técnicas diferentes, el grabado y la pintura y en principio, en base a las dataciones realizadas, parecen encuadrables dentro del tecnocomplejo final del Paleolítico superior, el Magdaleniense antiguo, con dataciones en torno a 15.000 B.P. En sus paneles encontramos representados animales como los cérvidos y conjuntos de signos.
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